Mi novia es divina, una rubia sensual con pecas en el rostro, pechos y espalda, me encanta recorrerla de pies a cabeza, su piel es suave y tersa, siempre hidratada y lo que más me gusta de ella, es que le gusta el sexo, a su lado he tenido experiencias súper satisfactorias que espero que no mermen con el tiempo, pues en las dos semanas que tengo de noviazgo con ella, he disfrutado un mundo y creo que estoy enamorado, por ello quiero compartirles un poco de mi experiencia con ella, completamente en el anonimato, pues no mencionaría su nombre, por lo que le daré un nombre ficticio, Laura.
Se que para muchos suena un poco apresurado sentir emociones por Laura, pero es que me atrae por completo, su pelo rubio, dulce piel y hermosa sonrisa despiertan en mí emociones que van más allá del simple sexo, me encanta besarla y tocarla, me encanta disfrutar su aliento y su dulce piel y sentirla mojadita y compartir emociones, pero esta relación comenzó de la forma más loca, se que muchos acostumbran a entrar en aplicaciones para coordinar citas, pero con ella el contacto fue más personal, más simple, algo cómo cuando te encuentras en la calle el amor a primera vista e inicias una relación en un café.
El flechazo fue inminente al verla, estaba caminando en plan de ejercicios y me encontré con ella, no tardé en intentar cruzar palabras y al verla quedé anonadado por lo divina que era su sonrisa, me la imaginaba llenándola de besos, podía sentir sus labios carnosos y brillantes, su dulce aliento y su suave olor, me encantaba y no podía esconder mis gestos de emoción al estar con ella, creo que ella también lo percibía, entonces me atreví a invitarle un café y pasamos unas horas conversando.
En los siguientes dos días mantuvimos esa conexión, intercambiamos mensajes por teléfono y nos reuníamos en el café y por suerte el fin de semana estaba cerca, pues era el punto en el que teníamos excusas de llevar la relación más allá, la invité a cenar y después de eso se concretó nuestra historia, una historia que sin dudas, no he parado de disfrutar.
Luego de la cena fuimos a mi departamento, ahí nos sentamos en el balcón a mirar la estrellas, la verdad es que era difícil conseguir una, pero igual esperamos hasta que aparezcan las primeras, pronto anocheció, por suerte el clima estaba perfecto para disfrutar el lugar, buena temperatura y el deseo de disfrutar una hora alocada, abrimos el bar y disfrutamos una velada contando anécdotas y compartiendo fantasías.
Pero no quería mantenerme mucho en ese rango, pues es sabido que entre más comunicación y menos roces nace la amistad, y yo quería ir por más con ella, así que me decidí a arriesgarme a tocarle la mano después de un elogio de cualidades, ella asintió de forma positiva, por lo que el juego se hizo un poco más agudo, ella tomó mi mano y empezó a rozar mis dedos y la palma, me mencionó que le gustaba cómo se sentía, así que puse su mano sobre mi rodilla cuesta arriba y comencé a darle caricias en la palma de su mano, ya sólo veía el horizonte reflejado en sus ojos, de modo que la noche se estaba acalorando y su piel me reflejaba que le estaba gustando.
Moví un poco el asiento para quedar más de frente a ella y de ahí comencé a hablarle de su piel, era suave, muy tersa y me encantaba, su aroma era fresco, combinaba con su dulce sonrisa y esos gestos tan ricos que hacía con sus ojos, pronto fui subiendo por sus brazos dándole caricias en sus brazos y ella movió sus manos sobre mis piernas para darle algunas caricias, pensaba en lo rico que se sentía e imaginaba lo divino que sería si estuviese desnudo, mis emociones explotaban al máximo, era un rico recorrido cargado de ansiedad, emoción y pasión, quería besarla y ella quería que ese beso llegue a sus labios, así que me acerqué lentamente cómo si sintiese si estuviera en búsqueda de su olor y ella comenzó a hacer gestos con sus ojos que me demostraban que se calentaba en cada acción, llegué a sus labios, fui dando suaves besos al borde de ellos y entre sus mejillas, le encantaba, podía apreciarlo por su sonrisa, por ella fui atraído y a ella la disfrutaba, los besos estaban en sus labios, podía sentirlos ricos, mojaditos y súper suaves, me encantaban, su aliento era fresco cada movimiento que hacía nos trasportaba a un momento de pasiones.
Quería que el tiempo se detuviese, en el momento hacía algo de trampa abriendo mis ojos para observarla, los de ella estaban cerradas con un nivel de relajación en el rostro que me demostraba que estaba entregada, yo lo disfrutaba mucho, me encantaba tener sus manos haciendo contacto, me encantaba acariciar su piel, sentir su aliento y no quería que parara, pero muy pronto nos calentamos tanto que nuestros cuerpos no podían parar de disfrutar.
Quizás para muchos nuestra relación fue algo apresurada y los amantes de las relaciones en las que el ligar luego de la primera cita está mal seguro que nos criticarían, pero fue emoción de principio a fin y una emoción que nos mantiene enganchado en intereses comunes que abren nuestra relación a un plano más extenso, una emoción de terminar juntos en cada momento, de disfrutar atardeceres juntos y de compartir caricias y pasiones cómo los mejores amantes.
Pronto mis manos llegaron a su cadera, tenía una polera que le llegaba a la altura del ombligo, puse sus manos y pude sentir su piel, era suave, firme y me encantaba sentir que de alguna forma podía acceder a ella, cada momento cruzábamos menos palabras, nos comunicábamos con la respiración, con los contactos, con los besos y nuestros cuerpos lograron ese nivel de compenetración que no las ves ni en las relaciones más apasionadas de la tv, toqué un poco más arriba, había muchas emociones encontradas, miedo, placer, ansiedad, pasión, pensé por un momento que ella podía rechazar si iba muy rápido, pero el nivel de deseo que tenía en ese momento me hizo valiente, pues tampoco quería quedarme sin saber que pasaría si llegaba al siguiente nivel.
Toqué sus pechos y podía sentir sus gestos de aprobación, su piel estaba más erizada y en todo momento podía observar cómo disfrutaba cada contacto que le hacía, pronto pude meter mis manos entre su polera y pude apreciar lo divino que son sus pechos de forma más directa, el brasier era algo ajustado, pues sus pechos tenían un tamaño intermedio, así que metí la mano por su espalda y me dediqué a aflojarle un poco para liberarlos, ya las cosas se sentían más abiertas, se notaba que no íbamos a parar, así que bajé lentamente a darle algunos besos por su abdomen.
Su franela iba subiendo, la invité a un lugar más cómodo, aunque como estábamos de calientes creo que hasta hubiésemos podido continuar el momento en el balcón sin importar que luego los vecinos disfrutaran con nosotros, pero un salto de conciencia me hizo hacerle la propuesta con algo de temor de que eso frenase ese momento de lujuria, pero esto no fue así, ella tomó mi mano y se levantó, acercó su cara a mi oído derecho y me susurro un vamos al tiempo que me besaba el cuello y recorría un poco con su aliento.
Por suerte esa semana había comprado protección y estaba preparado para hacer que nuestro momento sea super placentero y sin complicaciones, nos fuimos entre besos cómo los mejores amantes, me encantaba acariciarla, darle abrazos y sentir su cuerpo al roce con el mío, ella es de porte delgado, con una colita bien puesta, creo que si la compraba con la de alguien más sería algo cómo la de Scarlett Johansson, la tocaba en su espalda y la recorría hasta estacionarme en su trasero y así fui subiendo lentamente nuevamente por su espalda pero introduciendo mis manos entre su franela, ya en cuestión de segundos la tenía completamente levantada, se la quité y ahí terminé de enamorarme, sus pechos tenían pequitas que parecían el manjar más exquisito, sin dudas mis fantasías, todas mis fantasías de una pareja sensual estaba con ella, lindos pechos con hermosas pequitas y un torso delgado con una curva sensual que terminaba en el trasero más ardiente, sólo pensaba en lo divina que se ve, en lo rico que se había convertido el atreverme a más y en lo sensual que sería nuestros orgasmos, esperaba estar a la altura de tan hermosa hembra, por suerte tengo buena dotación, pero aún así, sentía que debía darle una experiencia de orgasmos para que nuestra relación no termine luego de esa noche.
Algo difícil de las relaciones que pasan al siguiente nivel en poco tiempo es que casi así cómo nace entre la pasión, si la pasión no cumple las expectativas, también la relación se apaga, pero este no fue nuestro caso y hoy podemos compartir un momento con expectativas más fogosas.
Fecha: 2023-02-01